martes, 18 de mayo de 2010

Colesterol LDL y deterioro cognitivo


La consecuencia de este estudio que fue efectuado por un equipo multidisciplinar de profesionales (médicos endocrinos, de atención primaria, internistas, psicólogos, psiquiatras dio como resultado que el 22 por ciento de estos paciente con la enfermedad del hf, tuvo incidencia en las alteraciones cognitivas, mientras que en los pacientes sanos, la incidencia fue solamente del 3 por ciento.

Esto pudo determinar que el aumento del colesterol malo en pacientes de más de 50 años, produce alteraciones en las funciones cerebrales superiores.
Es importante detectar precozmente el colesterol malo

Cuando el paciente presenta un déficit cognitivo en uno o dos áreas de la memoria, orientación, juicio y calculo, se concluye que padece de un déficit cognitivo leve.

Si una persona tiene elevado colesterol malo en sangre presente leves alteraciones en la memoria o pierde capacidad para realizar actividades, debe acudir al médico para verificar el trastorno cognitivo. Este objetivo es para evitar o retrasar la progresión de la enfermedad.
Con este hallazgo se da un paso más en la detección de la enfermedad, obtener indicios al comienzo es crucial para su tratamiento.

Dado que antes de este estudio no se podía diferenciar entre los pacientes con DCL asociados a la edad y los que se encuentran en la primera fase del Alzheimer hay un nuevo indicador que ayuda al progreso de este tipo de enfermedades neurológicas.
¿Qué es la hipercolesterolemia?

En nuestra dieta, están presente las grasas .Los triglicéridos constituyen la mayor parte y, en menor cuantía, el colesterol y los fosfolípidos.

El que absorbe todas estas grasas, es el intestino delgado quién la utiliza para formar las membranas de todas las células de nuestro cuerpo (colesterol y fosfolípidos), fabricar hormonas y bilis (colesterol), servir de combustible en nuestro tejido adiposo y en nuestro músculo (triglicéridos), y activar la coagulación de la sangre (fosfolípidos).

Las grasas de nuestro organismo se producen también en el hígado (colesterol y triglicéridos); ello ocurre cuando no estamos comiendo o en situaciones de ayuno prolongado.

Sin embargo, estas grasas no pueden circular como tales en la sangre. Si en un vaso ponemos agua y aceite, las dos sustancias no se unen sino que permanecen separadas ("se rechazan"). Lo mismo ocurriría si en la sangre (que es básicamente agua) pusiésemos unas gotas de grasa.

Por eso, las grasas circulan en nuestra sangre "protegidas" por una cubierta de proteínas que les sirve de escudo y permite que esta "grasa" llegue a todos los tejidos para realizar las funciones a las que antes nos hemos referido. La lipoproteína está formada por la proteína y la grasa que transporta, las más conocidas son LDL y la HDL, pero no son las únicas.
El colesterol que llevan las LDL circula desde el hígado y llega hasta todos los tejidos, también se deposita en la pared arterial; se asocia a un mayor riesgo de padecer aterosclerosis y enfermedades cardiovasculares, por lo que se conoce popularmente como colesterol "malo".

El colesterol bueno, es el encargado de llevar el colesterol sobrante desde la pared arterial y desde los tejidos del cuerpo hasta el hígado para eliminarlo o reutilizarlo; nos protege frente a la aparición de aterosclerosis y enfermedad cardiovascular, por ello el colesterol que transportan las HDL se conoce como colesterol "bueno".

El colesterol "malo" es indispensable para la vida, como el agua o el oxígeno; es "malo" si está en cantidades enormes en nuestro organismo.

Los quilomicrones y las VLDL. Transportan los triglicéridos a los tejidos musculares y adiposos donde se van a consumir o guardar hasta que se usen.

A la alteración en las concentraciones o niveles de grasas en la sangre. Se la conoce con el nombre de dislipemia.
Hipercolesterolemia, se denomina al colesterol alto en sangre, hipertrigliceridemia., se denomina a los triglicéridos altos. dislipemia mixta. Es la combinación de ambos cifras.

Conclusiones

Los problemas comienzan cuando en nuestro organismo tenemos más grasa de la que precisamos y se depositan en las arterias y las obstruyen. Las cifras altas de grasas sólo lo podemos detectar con un análisis de sangre.

En estos casos debemos poner en marcha los mecanismos para disminuirlas y así disminuir el riesgo de enfermedad cardiovascular, de pancreatitis, y luego de este estudio, también la demencia precoz.