viernes, 4 de marzo de 2011

Enfrente el estrés con algunos alimentos

Por Cristina Orendain  02 Mar 2011 Fuente Yahoo mujer

Estos son algunos: arroz, papas y distintos tipos de legumbres como frijoles, lentejas o habas


¿Cuántas veces hemos escuchado que el responsable de todos nuestros males se lo debemos al estrés? Sin embargo el estrés es parte de nuestras vidas y nos ayuda a mantener un equilibrio ante cualquier suceso que se nos va presentando.

Podemos definir al estrés como cualquier reacción a cualquier estímulo físico, mental o emocional que altera el equilibrio de nuestro cuerpo, puede darse tanto ante una situación agradable como a una desagradable, llegando a provocar dolores de cabeza, irritabilidad, cambios en el apetito, rechinar de dientes, manos frías, hipertensión, tics nerviosos, insomnio y podemos seguir enumerando un sin fin de padecimientos relacionados con el estrés ya que este genera cambios metabólicos muy importantes.

El organismo reacciona ante cualquier situación estresante con cambios fisiológicos, primero aumenta la secreción de un hormona conocida como adrenalina encargada de movilizar las reservas de glucosa presentes en el hígado y los músculos para obtener mayor energía, parte de esta energía la utiliza el corazón para aumentar la frecuencia cardiaca y la presión arterial. Sin embargo el sistema digestivo disminuye al igual que el sistema inmunológico por la liberación de cortisona y cortisol, quienes inactivan la actividad de los glóbulos blancos. Podemos decir que prácticamente todos los órganos y sus funciones tienen que reaccionar ante una situación de estrés. El aumento de adrenalina acelera el metabolismo de las proteínas, las grasas y carbohidratos para que el organismo cuente con energía instantánea. Se agotan minerales como potasio, magnesio, fósforo, calcio, así como las vitaminas del complejo B principalmente. A esto le sumamos que la absorción de nutrientes disminuye, por lo tanto si vivimos en situación de estrés prolongado se va desgastando poco a poco nuestro organismo.

Para evitar este desgaste será importante suplementar con algunos nutrientes como complejo B (con una dosis extra de B5 o ácido pantoténico, calcio y magnesio (es muy frecuente la deficiencia de estos minerales cuando se presentan situaciones de estrés y originan problemas como ansiedad, temor y alucinaciones) lecitina quien protege las células cerebrales. Vitamina E para aumentar la función del sistema inmune por su poderosa acción antioxidante y zinc quien además de mejorar la función inmunológica también protege a las células del daño causado por los radicales libres.

Las situaciones de estrés son mas prolongadas y diversas, sobre todo en las grandes ciudades en la que se suma el tráfico, ruido, contaminación y el estrés laboral, por eso es importante tanto cuidar nuestros hábitos de alimentación como un plan de ejercicio diario y algunas técnicas de relajación, para aprender a ir controlando el estrés cotidiano que con el paso del tiempo esta debilitando nuestra salud.
En resumen, para combatir el estrés consume:

-Alimentos ricos en carbohidratos como arroz, papas y distintos tipos de legumbres como frijoles, lentejas o habas. Estos alimentos se convierten en energía en el organismo de forma más lenta, lo que permite que la glucosa se libere paulatinamente.

-Alimentos ricos en triptofano como carnes rojas, pescados, leche y sus derivados, huevos, nueces, almendras, plátano y lechuga. Este aminoácido es muy importante para la producción cerebral de serotonina, que provoca una sensación general de bienestar.- Distribuya la alimentación en varias tomas.

-Por lo menos una ensalada al día y dos frutras frescas, ya que son en los vegetales y en las frutas las principales fuentes de vitamina C, una vitamina necesaria para fortalecer el sistema inmune y así evitar enfermedades a causa del estrés.

-Eliminar o por lo menos reducir al máximo sustancias tóxicas y excitantes como bebidas alcohólicas, bebidas con taurina o cafeína, tabaco, pues desgastan aún más el sistema nervioso, causando agotamiento como respuesta posterior al estímulo.